viernes, 29 de mayo de 2009

Nadie va a romper mi corazón ahora que está repleto.
No doy más oportunidades a quien no lo merece.
No doy más amor a quien no lo quiere.
No doy más de lo que no tengo, a quien no lo aprecie.
Cuando mi corazón esperaba verte distinto.
Algo me mostró que seguías siendo el mismo.

lunes, 25 de mayo de 2009

LA VENGANZA DE LAS COQUETAS


Las odiaba. A donde mirara ellas la observaban. Su piel se estrenecía, se sentía perseguida. Posaban egocéntricas frente a su balcón. Ese que ella usaba como su refugio. La rodeaban. Estaban ahí, inmóviles, espectantes. Las sentía sobre su respiración. Y pensó: cómo hago para deshacerme de ellas. Y algo se le ocurrió, no muy rapidamente. Y así lo llamó a él para que las quitara sin remordimientos, para que las eliminara por completo, sin miedo. De a una, o todas juntas. No aguantó más y se lo ordenó, se lo suplicó. Y en una tarde él las cortó. Lentamente, las eliminó de cada espacio hasta que ya no existieran. Ella ya no las veía.
Y fue una brisa la que desplegó su aroma y miles de semillas volaron por el aire. Y después de un tiempo y sin querer, todas ellas volvieron a nacer. Eran muchas más y esta vez, estaban por todos lados. Crecieron, crecieron y crecieron. Se mostraban multitudinarias y el territorio ahora era de ellas.
Así, se vengaron las Coquetas de quien quiso que desaparecieran.

viernes, 22 de mayo de 2009


Vete lejos, tan lejos como puedas.
Que mientras vos no estés yo me seguiré elevando.
Se han cerrado las heridas que tanto han sangrado.
Se han callado las lágrimas que tanto han derramado.
Por fin ha sanado mi corazón por haberte amado tanto.

Lo que muestres de vos es lo que todos siempre verán.

Lo que todos vean de vos es lo que siempre serás.




Como un cuervo comiste de mi alma
hasta dejar de mi corazón solo migajas.

Ya estás muy lejos de mí y eso, liberó mi camino.
Como un murciélago volé sin ver
que del otro lado sólo había vacío.

Fue el sonido lo que me elevó a cambiar mi destino.


El mar ha curado mi alma.
Mi corazón volvió a respirar y hoy después de un largo tiempo

he vuelto a caminar.

Ya mis pasos avanzan y ya mi risa se contagia.

He vuelto a ser yo.

He vuelto a mi.


El mundo se ha hecho eco de un virus malicioso.
Tan oscuro y perverso como el mismo miedo.
¿Qué está pasando allá afuera?
¿Qué otra epidemia ahora nos aqueja?

Alejemos los ojos de todo mal y cerremos las puertas a la enfermedad.

Todo se cura pero también todo se contagia.
Sobretodo, aquello a lo que más le tememos: la mentira.